No hagas esto si quieres sobrevivir a una Cesión de Remate
La cesión de remate es una herramienta poderosa y poco conocida dentro del mundo jurídico e inmobiliario. Se trata de una figura procesal que permite al adjudicatario original de una subasta, generalmente un acreedor, transferir sus derechos sobre el bien subastado a un tercero. Este tercero, llamado cesionario, se convierte a todos los efectos legales en el nuevo adjudicatario, con los mismos derechos y obligaciones que tenía el adjudicatario original.
Imagina que estamos ante una subasta de una vivienda proveniente de un lanzamiento hipotecario donde el acreedor ha estado varios años sin pagar la hipoteca y, entre los plazos judiciales, las "maravillosas" leyes que padecemos en este país y las moratorias (o incluso suspensiones) de lanzamientos por el COVID, el banco de turno ha conseguido que este inmueble en cuestión salga a subasta pública, generalmente mediante una subasta judicial de apremio.
Bien.
La cantidad reclamada son 250.000€, más costas procesales e intereses de demora. Por ejemplo.
El valor de subasta se fija en 225.000€. Pero el valor de mercado de ese inmueble, hoy, son 300.000€.
La subasta comienza, pero no llegan las pujas. Son las 18:00h y la subasta ha quedado desierta.
El banco puede solicitar, en el plazo de 20 días, que se le reconozca como adjudicatario de la vivienda.
Y aquí llega el listo de la clase, que estuvo siguiendo la subasta y, al ver que había quedado desierta dijo:
"ahora solo tengo que negociar una cesión de remate y me quedo con la vivienda"
Se pone en contacto, ofrece una cifra, el banco acepta y éste inversor inmobiliario se convierte en cesionario.
Al "comprarlo" directamente al banco se cree a salvo de todo problema y miedo que tenía si se lo hubiera adjudicado a través del proceso de subasta.
ERROR.
Una cesión de remate hay que estudiarlo como si se tratase de una subasta.
- Investigar las cargas registrales. ¿Qué cargas tiene? ¿Son preferentes?...
- Cerciorarse del estado posesorio del inmueble. ¿Está ocupado? ¿Con derecho? ¿Sin derecho? ¿okupado?...
- Identificar correctamente el inmueble. No vaya a ser que no exista... (no serías el primero en perder tus ahorros por esto).
- Averiguar posibles deudas de comunidad y de IBI.
Y un largo etcétera que, si no sabes cómo gestionarlo, podría convertir tu inversión en tu ruina.
Por eso los inversores profesionales se rodean de un equipo experto en cada materia que tocan.
Por eso los profesionales tienen éxito en sus inversiones.
Por eso tú no vas a cometer la torpeza de invertir sin estar seguro de lo que estás haciendo.
Por eso ponemos a tu disposición un equipo experto en derecho inmobiliario, para que compres como lo hace un profesional.
Pero si crees que puedes hacerlo solo, si no te da miedo acabar adquiriendo una deuda oculta, adelante. No nos necesitas.
Miguel S. Moreira
Miguel es arquitecto e ingeniero con amplia experiencia en el sector inmobiliario. Es cofundador de Valido Home y le encanta informar sobre los riesgos que conlleva la compra de una propiedad en España.