Los riesgos más comunes al comprar una vivienda

Comprar una vivienda es un paso emocionante, pero implica riesgos que pueden generar incertidumbre en el proceso de compraventa. Desde problemas legales y financieros hasta la calidad de la construcción y posibles vicios ocultos, es fundamental que los compradores estén informados y preparados para afrontar estos desafíos. Conocer y comprender estos riesgos les permitirá tomar decisiones informadas, asegurando que su sueño de tener una vivienda se convierta en una realidad gratificante y segura.

La compraventa de un inmueble, ya sea para uso personal o como inversión, implica enfrentarse a una consecución de decisiones cargadas de responsabilidad que, si no las tenemos en cuenta, podrían suponernos verdaderos quebraderos de cabeza tanto a nivel económico como emocional. Por esta razón es fundamental estar bien informado y no dejarse guiar por nuestro lado emocional.

Calcular el presupuesto real

Parece una obviedad, pero es el primer punto que un comprador debería tener claro y establecido antes incluso de rastrear el mercado. Una compraventa de vivienda está cargada de gastos e impuestos que tenemos que conocer desde el principio. El ITP, si se trata de una vivienda de segunda mano, o el IVA, en el caso de ser nueva, puede oscilar entre el 4 y 10%, en función de la comunidad autónoma donde se ejecute la compra. Los gastos notariales y del registro de la comunidad, posible contratación de suministros, etc.

Por otro lado, no es lo mismo comprar con financiación que sin ella. La contratación de una hipoteca conlleva una serie de gastos adicionales al préstamo solicitado. Además es importante no exceder una tasa de esfuerzo superior al 30 o 40% de nuestros ingresos brutos. Si por el contrario, vamos a comprar la casa con lo que saquemos de la venta de la actual te recomiendo leer un artículo que dedicamos a este punto para que tengas en cuenta un desglose del dinero disponible real con el que podrías contar después de gastos e impuestos.

Existen otros gastos adicionales como podrían ser el coste de la mudanza, las reformas o reparaciones que pueda necesitar la casa nueva o el coste del alquiler mientras llevamos a cabo esa reforma son gastos que, si no los hemos planificado, podrían llegar a ahogarte financieramente.

Primero visita, luego inspecciona

Después de rastrear el mercado y haber pre-seleccionado una lista de viviendas interesantes toca ponerse en contacto con el agente inmobiliario o propietario y coordinar una primera visita. La primera vista debe ser para tu lado emocional. No merece la pena analizar los acabados, la fontanería o el cuadro eléctrico si la casa te ha dado una mala impresión; la zona, la comunidad, el entorno, la luz y los espacios de la vivienda es lo que debes tener en cuenta durante la primera visita. Si algo falla o no cuadra, no lo descartes por defecto: si le falta luz, podría solucionarse con una pequeña reforma pero, si por el contrario, el edificio o los posibles vecinos te han causado una mala impresión seguramente necesites hablar con el portero, gestor de la comunidad o algún vecino para salir de dudas. Si esto no resuelve tus inquietudes, no merece la pena. Puedes mejorar la vivienda con una reforma pero no puedes cambiar el edificio, la zona o los vecinos que viven allí.

Si durante las primeras visitas has encontrado esa casa que te ha entusiasmado ahora es el momento de reservar esas emociones y poner al mando a tu lado racional: concierta una segunda visita y saca tu lado técnico. Durante esta inspección técnica tienes que estar atento a todo aquello que podría suponerte un dolor de cabeza o gasto adicional en el futuro: posibles humedades, falta de presión en los grifos, fisuras o grietas, estado y tipo de las ventanas, calefacción, aire, etc. Una buena inspección conlleva la revisión de más de 1.000 puntos a tener en cuenta y mucha experiencia para detectar los posibles fallos o deficiencias. 

Adelantar dinero antes de tiempo

Es muy común que los compradores se dejen llevar por el miedo a perder la casa que les ha encajado a nivel emocional y cumple sus requisitos objetivos. Este miedo es el que lleva a los compradores a tomar decisiones fatídicas como formalizar un depósito o, peor aún, firmar un contrato de arras antes de tiempo. ¿Qué pasa si luego descubrimos una carga económica sobre esa vivienda o si tiene una infracción urbanística y el banco decide no conceder la hipoteca? ¿Queremos vernos en la posición de tener que confiar en la buena fe del vendedor, un completo desconocido, para que nos devuelva amablemente la cantidad entregada o rompa el contrato de arras? 

No te dejes llevar por ese miedo; siempre será mejor perder una oportunidad y esperar a la siguiente que meternos en un problema de muy difícil solución. Lleva a cabo una investigación exhaustiva a nivel legal, titularidad real, urbanística, etc. Solicita el último acta de la comunidad y descubre si existe alguna derrama extraordinaria pendiente de ser aprobada. Asegúrate de que la vivienda cuenta con la licencia de primera ocupación (solo en Marbella existen más de 18.000 inmuebles irregulares) o si la reforma del anterior propietario se realizó con los permisos correspondientes y es legal o, al menos, se llevó a cabo hace más de 6 años (plazo necesario para prescribir, siempre que no incumpla alguna norma urbanística).

En base a nuestra experiencia, estos son los 3 riesgos más importantes a tener en cuenta a la hora de comprar una vivienda. Sin embargo, existen cientos de problemas con los que podríamos toparnos a lo largo del proceso de compraventa y posterior a él. Por ello en Valido Home hemos os ofrecemos nuestro proceso de compra segura, donde nos encargaremos de absolutamente todo para que tú no tengas que preocuparte de nada pero, si decides afrontar esta aventura por tu cuenta y riesgo te recomendamos tener presente todo lo que hemos compartido en este artículo y nuestro blog. 

En cualquier caso, si aun tienes dudas, ¡no dudes en reservar una llamada completamente GRATUITA y SIN COMPROMISO con nuestros expertos!